miércoles, 2 de abril de 2008

Vender la guerra.

Impresionante documental en el que nos cuentan la brutal campaña de mentiras organizada por una importantísima agencia de relaciones públicas estadounidense, con el macabro objetivo de convencer a los ciudadanos sobre la necesidad de entrar en la Guerra del Golfo de 1990 y legitimar así esta decisión. Los medios de comunicación de masas no tienen escrúpulos y si la recompensa es cuantiosa pueden vender hasta una guerra. Os invito a verlo.

lunes, 31 de marzo de 2008

El culto a la información.

Libro: El culto a la información.
Autor: Theodore Roszak.
Editorial: Gedisa.

Escrito por el profesor estadounidense Theodore Roszak en 1986 y reeditado recientemente por la editorial Gedisa, este "tratado sobre alta tecnología, inteligencia artificial y el verdadero arte de pensar" es un clásico de la literatura crítica humanista sobre la utilización y el impacto de los ordenadores en nuestra sociedad.

Con un estilo ágil, vigoroso y persuasivo, Roszak analiza y evalúa el papel de la ciencia y la tecnología en la vida de los seres humanos. Para él, la revolución informática ha sido exagerada y sobrevalorada por esa "mística" y esa "veneración" con la que, "mercaderes de datos", determinados científicos y la industria armamentística principalmente, han rodeado a los ordenadores y a la información transmitida por ellos. El autor nos advierte sobre las consecuencias de esta situación y lo hace desde una perspectiva crítica, sin caer en ningún momento en la tecnofobia doctrinaria a pesar de los numerosos reproches que recibió: este libro fue publicado en una época en la que, poner en cuestión el avance tecnológico, era sinónimo de ser un "neoludita" (en referencia al movimiento obrero que nació con la revolución industrial oponiéndose a toda clase de tecnología).

Desde las primeras páginas reconoce la utilidad que pueden tener los ordenadores en el mundo actual pero, al mismo tiempo, considera que esa mitificación y ese "culto a la información" pueden suponer un grave peligro para la creatividad de la mente humana y para "el verdadero arte de pensar", de manera especial en las escuelas: "Existe una distinción importantísima entre lo que hacen las máquinas cuando procesan información y lo que hace la mente cuando piensa. En un momento en que los ordenadores invaden las escuelas, es necesario que tanto maestros como estudiantes tengan muy presente esta distinción. Pero gracias a la mística, a esa especie de culto que rodea al ordenador, la línea que divide la mente de la máquina se está haciendo borrosa. Por consiguiente, la razón y la imaginación, facultades que la escuela debe exaltar y fortalecer, corren el peligro de verse diluidas con imitaciones mecánicas de grado inferior".

Nos encontramos ante una obra fundamental para reflexionar sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad y ante una reivindicación radical de la mente humana. Roszak nos enseña a desmitificar el poder de las máquinas para ponerlas en el lugar que les corresponde. Una lectura imprescindible para estos tiempos de "modernización de la enseñanza" en esta "sociead de la información".

viernes, 28 de marzo de 2008

Comunicación educativa.

¿Qué es la Comunicación Educativa? ¿Por qué es tan necesaria la alfabetización audiovisual? ¿Qué supone una educación para los medios en esta sociedad de la información?. Los hermanos García Matilla, expertos en educación y comunicación, nos ayudan a entender estas y otras cuestiones en esta interesante emisión de radio. La entrevista es realizada por el profesor de la UNED Roberto Aparici.
http://teleuned.uned.es/realaudiocemav/2004_2005/2004_11/20041114_01.wma

lunes, 17 de marzo de 2008

La brecha digital.

Las sociedades modernas han ido abandonando cada vez más la producción en serie y las fábricas para comenzar a utilizar nuevas técnicas, nuevos tipos de energía y formas de producción. De esta manera la "sociedad industrial" pasó a ser "sociedad postindustrial" y ésta, a su vez, ha pasado a ser "sociedad de la información".

Actualmente la economía se asienta en la información. Es la principal materia prima en el modo de producción de las sociedades llamadas "desarrolladas". A este respecto Balsemao nos dice que "cada vez se produce más información, cada vez son más las personas que dependen de la información para trabajar y vivir. [...] Las entidades financieras, las bolsas, las empresas nacionales y multinacionales dependen de los nuevos sistemas de información..." En este sentido, la globalización económica es posible gracias a los nuevos medios de información y comunicación, especialmente Internet. En consecuencia, las sociedades que no tienen acceso a la red y a la información vehiculada por ella, no pueden subir al tren de ese “desarrollo” de la economía de mercado.

La globalización que nos proponen desde casi todas las instancias económicas y políticas no es tal globalización, y es sólo posible para unos pocos. Sabemos que no todas las sociedades compiten en igualdad de oportunidades en ese “mercado libre”, es el poder del capital y de poderosos organismos económico-financieros los que establecen las reglas del juego. La sociedad informacional, aquella que ha convertido a la información en el principal elemento para la competencia mercantil, ha abierto esa “brecha digital” que divide al mundo en dos partes: una tiene los medios para competir en la economía global y la otra se queda radicalmente fuera del sistema, lo que en palabras de Marco Silva supondría la “infoexclusión” de estas sociedades. Este autor nos dice además que “hay aspectos altamente inquietantes que se ven agravados con la sociedad de la información, la cibercultura o la era digital. Junto con la infoexlusión […] se produce la vieja separación entre la cima y la base de la pirámide, ahora en forma de `inforricos´ e `infopobres´. El acceso a Internet depende del capital económico y cultural. Este hecho crea un nuevo analfabeto: el info-analfabeto”.

El caudal de información y datos con el que los medios nos bombardean diariamente no nos permite, sin embargo, entender mejor lo que ocurre en nuestro entorno inmediato y en el planeta, ni nos permite tampoco comprendernos mejor a nosotros mismos. Este exceso de información puede ser sinónimo de desinformación. Según datos proporcionados por la UNESCO, 273 de los 300 principales medios de comunicación son propiedad de empresas de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Pero esto no se traduce en producción de conocimiento, ni educación, ni desarrollo social: tan solo tenemos mensajes creados por las élites que manejan los medios y transmisión vertical de información a una audiencia pasiva. En palabras de Raúl Trejo “consumimos información con cierta sensación de aturdimiento y difuminación de nuestras capacidades críticas”. En este sentido, la brecha digital se abre igualmente en el llamado “primer mundo”, con lo que las sociedades que disponen de la posibilidad de acceder a la información también tienen “infoexclusión” e info-analfabetismo. Marco Silva nos recuerda que “la participación, y no sólo el acceso a las tecnologías digitales, es la verdadera inclusión. No basta con democratizar el acceso a los medios digitales de información. Es necesario educar a las comunidades excluidas. […] El combate a la infoexclusión no debe limitarse al acceso al ordenador conectado a Internet”. Estoy completamente de acuerdo con la idea de este autor.

Desde la economía global y la industria tecnológica se nos quiere vender el acceso al ordenador y a la red como elemento de desarrollo e inclusión social. Esta “democratización” en el acceso a las nuevas tecnologías, sólo supone darnos la posibilidad de aprender a manejar las máquinas siendo receptores pasivos de los mensajes que otros crean. Los “progresistas” planes de desarrollo tecnológico-formativo son a veces más parecidos a campañas de marketing para vender tecnología o conseguir votos, que verdaderos planes educativos para llevar a cabo la alfabetización digital. Los mensajes que vehiculan los medios siguen siendo cerrados, y son creados y transmitidos por unos pocos que constituyen una nueva élite.

En las denominadas sociedades “desarrolladas” todos tenemos acceso a la información, pero lo que nos sitúa en un lado u otro de la brecha digital no es el mero acceso a lo datos transmitidos por los medios, sino la capacidad de transformar esos datos y esa información en verdadero conocimiento. Unos tienen la posibilidad de utilizar las tecnologías y crear mensajes con ellas, otros simplemente debemos conformarnos con saber manejar las máquinas y ser receptores pasivos, como en el modelo comunicativo-educativo “bancario” del que nos hablara el gran Paulo Freire. De la misma forma, la integración de las nuevas tecnologías en las aulas, se hace desde el discurso de esa “modernización de la enseñanza” que terminará de una vez por todas, según ellos, con todos los problemas que acarrea el sistema educativo. Pero estamos ante el mismo error. El simple acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no suponen desarrollo humano ni son sinónimo de educación. La infoexclusión y la brecha digital van más allá de la posibilidad de acceder a la información, y la alfabetización digital es “algo más que ratones y teclas” como nos recuerda Alfonso Gutiérrez Martín en uno de sus libros.

Nos encontramos por tanto en un momento en el que podemos integrar los medios y seguir reproduciendo esquemas educativos del pasado. No olvidemos que el lápiz y el libro de texto son también medios de comunicación, igual que el ordenador y la pizarra electrónica los son, y que esos medios pueden usarse en un sentido u otro: para hacer que estudiantes y audiencias reciban pasivamente los mensajes o para fomentar el pensamiento crítico y la creación de “contranarrativas”. De la misma forma, podemos introducir las tecnologías digitales en comunidades y países infoexcluídos, deslumbrarles con el atractivo de estos medios y, sin embargo, dejar que sigan perteneciendo a esa parte del mundo a la que interesa tener dentro del sistema, sabiendo manejar las máquinas, pero sin ninguna capacidad de respuesta crítica.

Cerrar la brecha digital no es solo proporcionar acceso a los ordenadores y a la información disponible. Cerrar la brecha digital supone mucho más que enseñar a manejar las máquinas. Cerrar la brecha digital implica hacer efectivo el derecho de los pueblos y los ciudadanos para crear sus propios mensajes desde su propia visión de la realidad. Pero a los organismos económicos que gobiernan el mundo no les interesa cerrar la brecha digital porque eso significaría dar voz a los que siempre han estado silenciados.

viernes, 14 de marzo de 2008

La audiencia secuestrada.

El profesor de la UNED Roberto Aparici entrevista en esta emisión de radio a Armand Mattelart, experto en comunicación y catedrático de la Universidad de París VIII. Ellos nos hablan sobre el nuevo orden informativo mundial, la globalización, la cultura popular o la sociedad de la información, indicándonos la necesidad de analizar cómo esos términos son utilizados por los medios de comunicación de masas. Os invito a escucharlo. http://www.uned.es/ntedu/asignatu/Laaudienciasecuestrada.rm

Para escuchar esta emisión de radio es necesario tener instalado el REAL AUDIO. Si no lo tienes puedes descargarlo directamente desde aquí: http://www.uned.es/ntedu/asignatu/RealPlayer10-5GOLD_es.exe

miércoles, 12 de marzo de 2008

El Día Internacional por la Libertad de Expresión en Internet.

El diario EL PAÍS publica en su edición digital que hoy, día 12 de marzo, se va a celebrar en todo el mundo el primer Día Internacional por la Libertad de Expresión en Internet: "la iniciativa, que se realiza por primera vez, está promovida por Reporteros sin Fronteras y la UNESCO para denunciar que aún hay 63 'ciberdisidentes' presos".

Para denunciar su situación, promover su liberación y evitar que se siga persiguiendo la libertad de expresión, RSF ha hecho un llamamiento a los internautas para que se movilicen a través de la web http://www.rsf.org/. Durante 24 horas, desde este miércoles a las 11 horas, hasta el jueves 13 de marzo, a la misma hora, los internautas podrán crear un avatar, elegir el mensaje de su banner y tomar parte en una de las cibermanifestaciones que tendrán lugar en Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Egipto, Eritrea, Túnez, Turkmenistán y Vietnam.

La organización publicará también su nueva lista de los enemigos de Internet, y hará pública una versión actualizada de la Guía del ciberdisidente. En la primera edición de esta iniciativa se movilizaron cerca de 40.000 internautas. La operación ha sido creada y realizada por la agencia Saatchi & Saatchi, con una campaña de promoción destinada a la Web, llamando a toda la comunidad de internautas a movilizarse en el transcurso de esas 24 horas.

Es necesario reivindicar una vez más el derecho a la libertad de expresión a través de cualquier medio. Sabemos que hay muchos ciudadanos en el mundo que no pueden hacer un uso libre de Internet, la censura de sus países está tras ellos. Pero el gran problema en este sentido va más allá del mero acceso a la red, estamos hablando de coartar la posibilidad de llevar a la práctica aquello que nos distingue, esa facultad específicamente humana que en sí misma nos hace libres: la comunicación.


lunes, 10 de marzo de 2008

Google y las órdenes del Pentágono.

La ediciones digitales de los diarios EL PAÍS y EL MUNDO publican esta interesante noticia. Los titulares, como podeis ver, son muy claros: "Google acata las órdenes del Pentágono" y "Google Earth, 'persona non grata' para las bases militares de Estados Unidos".

Al parecer, el Pentágono ha solicitado que Google Earth no facilite imágenes sobre las bases militares en sus mapas, por el peligro que suponen. Las fotografías publicadas por el famoso buscador, según ellos, podrían ser utilizadas para fijar objetivos terroristas. Incluso se dice que las autoridades militares han enviado la consigna a todas sus instalaciones para que impidan el paso a cualquiera que pretenda filmar panorámicas. Por supuesto, Google ha acatado las órdenes retirando las peligrosas imágenes.

Por contra, un apartado de Google Maps ofrece visitas de 360 grados a nivel de calle de 30 ciudades de Estados Unidos, lo cual se ha convertido en un "imán para la controversia por la potencial invasión de la privacidad de las personas cuyas imágenes son capturadas". Esto ha provocado más de una denuncia contra Google Earth por parte de ciudadanos que no desean salir en las fotografías que la herramienta utiliza. Es de esperar que estas denuncias no sean tomadas de la misma forma que las órdenes dictadas por el Pentágono.

Además, sabemos que los servicios de inteligencia disponen de todo un sistema informático para rastrear en la red posibles amenazas. También las webs que cualquiera de nosotros visita y los correos que enviamos puden ser vistos en cualquier momento si ellos lo consideran oportuno. Es evidente que la privacidad no es igual para todos.