jueves, 28 de febrero de 2008

Aprendizaje, formas de pensamiento y relato multimedia.

Es evidente que las NTIC´s han dado lugar a formas de organizar y representar los relatos muy diferentes a los tradicionales. El relato multimedia se ha impuesto en casi todos los ámbitos sociales. Los medios de comunicación de masas han creado lo que algunos autores denominan un “currículum paralelo” basado en una “pedagogía cultural” muy alejada de los contenidos clásicos de la enseñanza tradicional. Los niños aprenden antes a mirar la televisión que a abrocharse los zapatos, a cepillarse los dientes o a leer, y los adolescentes y jóvenes hacen suyos los deseos, mensajes y valores transmitidos por los mass-media. Parece que el mundo de la educación y el aprendizaje escolar no se ha transformado en la misma medida en que lo han hecho los medios. Se ha producido un claro desajuste entre los signos, valores e ideas que utiliza la sociedad y los que se utilizan y transmiten en las aulas. Los mensajes lanzados por los medios debilitan al sistema educativo hasta tal punto que el currículum escolar ha quedado obsoleto como principal mecanismo de transmisión cultural.

Históricamente la escuela ha asumido las competencias sobre alfabetización. Con la llegada de la imprenta se constituyó una forma de transmisión del conocimiento, basada en el documento escrito, que la escuela adoptó como propia. Desde ese momento la filosofía y los métodos empleados en el sistema educativo, han girado en torno al libro de texto y al documento escrito como ejes fundamentales del proceso de enseñanza, legitimando así unos conocimientos y unos procesos de aprendizaje sobre otros. En este sentido Paloma Arroyo nos dice que la escuela ha tenido “ese papel de administradora del conocimiento”, y añade que “relacionada con una cultura basada en el discurso, primero oral y luego escrito, la escuela sirvió de vehículo al saber libresco potenciado por la imprenta, contribuyendo a consolidar formas de pensamiento secuencial, lógico y conceptual, que dejaban a un lado otras capacidades de la mente humana”. A esta argumentación habría que añadir que tradicionalmente la institución escolar ha asumido unos principios pedagógicos basados en la idea de que los niños acuden a la escuela a recibir conocimiento como si fueran “páginas en blanco sobre las que escribir” o “recipientes en los que volcar la sabiduría del enseñante”, principios pedagógicos que, como veremos, siguen vigentes en la actualidad.

Pero lo cierto es que los niños que empiezan a ir a la escuela han aprendido previamente muchas cosas, no llegan a las aulas como “páginas en blanco” ni como “recipientes vacíos” porque ya han adquirido ciertas actitudes y expectativas en el proceso de socialización y aprendizaje que han llevado a acabo antes de ser asignados a la categoría de “alumnos”. Los medios forman parte de la vida de los individuos desde el momento en el que nacen y se convierten en una “variable condicionante de los procesos de aprendizaje”, en palabras de la autora citada anteriormente. La influencia de los medios de comunicación de masas, especialmente de la televisión, es algo sobre lo que debemos reflexionar si queremos encontrar claves que nos permitan abrir nuevas vías educativas para nuestra sociedad.

La psicología cognitiva nos habla de una nueva reestructuración mental de los individuos, de nuevas formas de pensamiento creadas por la influencia de las NTIC´s en los procesos de aprendizaje y socialización. Es indudable que los medios invitan a una aproximación a la realidad muy diferente. El conocimiento ya no responde a una estructura narrativa lineal. La imprenta y la “cultura libresca” establecieron estructuras de pensamiento que han perdurado hasta la actualidad, pero “el entorno comunicacional actual difiere totalmente de la exclusividad del medio escrito”, en palabras del profesor Roberto Aparici.

Los jóvenes de hoy llegan a la institución escolar con esquemas mentales muy alejados de los estilos de enseñanza y métodos utilizados en el sistema educativo. Son mentes acostumbradas a recibir mensajes rápidos y superficiales, mentes que se han estructurado en base a imágenes, narrativas hipertextuales y relatos multimedia, cuyos contenidos carecen de la más mínima intencionalidad educativa, fomentando en los jóvenes una pasividad intelectual alarmante. A esta realidad hay que unir el hecho de que los valores e ideologías que manejan muchos de nuestros alumnos no coinciden con las que nosotros manejamos, produciendo un distanciamiento entre profesores y alumnos que no se da con los medios de comunicación.

La integración de las NTIC´s en los entornos educativos continúa haciéndose desde unos planteamientos pedagógicos equivocados. Los tecnófobos siguen ignorando la influencia que los medios tienen sobre el aprendizaje de niños y jóvenes, mientras los tecnófilos creen que sólo la última tecnología va a solucionar todos los problemas que arrastra el sistema educativo. La realidad es que la utilización de una tecnología denominada “moderna” puede servir también para reproducir modelos educativos tradicionales y, ser conscientes de esto, es de vital importancia para el futuro de la educación. En la institución escolar se habla de la “modernización de la enseñanza” sólo por haber incorporado los ordenadores o la pizarra electrónica a las aulas, pero en este planteamiento hay dos cuestiones fundamentales que los educadores debemos tener presentes: por un lado, no existe una reflexión pedagógica que nos guíe en la integración de las NTIC´s en la enseñanza; y por otro, los nuevos medios siguen sin formar parte real del currículo escolar porque aún están supeditados a la “cultura libresca”, a la narrativa-relato lineal y a las formas de pensamiento tradicionales.

Salud a tod@s.